Privacidad mental: el nuevo desafío de la ciberseguridad

Por Gabriela Romo

En la sesión “Del dato al cerebro: privacidad y seguridad en un mundo conectado” del Seminario TIC, la doctora Anahiby Becerril, coordinadora académica del Diplomado en Ciberseguridad de la DGTIC, reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la privacidad en una era donde la tecnología comienza a incidir directamente en la mente humana.

Analizó cómo la ciberseguridad se transforma al incorporar tecnologías capaces de acceder, manipular o emular procesos neuronales. En este contexto, los neurodatos -información derivada de la actividad cerebral- adquieren gran relevancia. “Su protección no es un tema del futuro, sino una necesidad urgente”, subrayó.

Las neurotecnologías comprenden dispositivos y procedimientos, invasivos o no, que permiten explorar o intervenir la actividad neuronal. Lo fundamental, señaló, es cuestionar su finalidad y establecer límites éticos claros.

Como ejemplo, destacó que Chile fue el primer país en incorporar la protección de la privacidad cerebral en su legislación, lo que marcó un precedente en materia de derechos digitales y neuroderechos.

En un entorno donde cada persona se relaciona de forma distinta con la tecnología, enfatizó la importancia de que su uso se rija por principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación. Mencionó también las diferencias entre datos personales, como nombre, domicilio o correo electrónico, y los datos personales sensibles, que incluyen información sobre salud, origen étnico, orientación sexual o creencias religiosas. Asimismo, advirtió sobre los riesgos que implican los datos biométricos debido a su carácter único y permanente.

La doctora Becerril explicó que los neuroderechos comprenden la libertad de pensamiento, la privacidad mental, la integridad personal y psicológica, el acceso equitativo a las tecnologías y la protección frente a sesgos. Señaló que el uso no regulado de neurotecnologías puede implicar riesgos graves, como la manipulación mental, la vigilancia o la discriminación neurológica. Aunque el perfilamiento no es negativo por sí mismo, su aplicación sin controles adecuados puede vulnerar derechos fundamentales.

La ciberneuroseguridad, explicó, es el área dedicada a proteger la integridad y confidencialidad de la información generada por las neurotecnologías. Este enfoque, dijo, es esencial para asegurar que los avances científicos respeten los derechos humanos y no se conviertan en herramientas de control. “La ciberseguridad no sólo protege sistemas digitales, sino también la dignidad, autonomía y seguridad de las personas”, puntualizó.

La sesión completa está disponible en el canal de YouTube Aprende TIC UNAM.